martes, 17 de junio de 2008

Kowalczyk desde el exilio (XI): Bad Religion

Aquí sigo en Murcia, en mi exilio. Hecho de menos la oficina en Varsovia, las sesiones de rock que nos ofrecía cada lunes Kocinski, las sorpresas que traía Walesa de sus continuos viajes y la sección "solidaria" de Stanko, aunque pusiera a Ismael Serrano... pero esta semana añoraré esto un poco menos, ¡porque vienen Bad Religion!

Será la segunda vez que los californianos tocan en Murcia. Tuve la suerte de poder verlos la primera vez que visitaron esta ciudad en el 2002 y es uno de esos conciertos que uno guarda en la memoria para siempre.

El concierto, en el que también iban a tocar Strawberry Hardcore, Commando 9mm y los locales Screw Coco, estaba previsto que tuviese lugar en la Plaza de Toros, emplazamiento que me parece horrible para la realización de conciertos, pero comenzó a llover... lo que parecía una cancelación en toda regla se convirtió en un traslado improvisado a la Sala Gamma, donde sólo tocaron finalmente Bad Religion.

Aunque, desde mi punto de vista, no hay punto de comparación entre sus últimos discos y aquellos que los convirtieron en míticos entre finales de los 80 y comienzos de los 90, no faltaron en aquel concierto sus emblemáticos temas clásicos, que supieron alternar con habilidad con otros temas más recientes. Pero no es sólo que el repertorio del concierto fuera llamativo, es que su actitud fue impresionante, lo dieron todo sobre el escenario... y antes incluso de subir a éste.

Fue precisamente el empeño del grupo por tocar aquella noche lo que llevó a que el concierto no se cancelara y se buscara un sitio alternativo. La decisión de llevar este concierto a una sala no pudo ser más acertada, en un sitio de dimensiones más reducidas y con el público a pie de escenario, Bad Religion se crecieron y realizaron un concierto memorable, mostrándose cercanos y accesibles al público, dejando que quien quisiera subiera a saltar desde el escenario e incluso alguno se cantara algún estribillo. No me olvidaré nunca de cómo "destrozaron" dos de mis amigos "Generator". Fue muy gracioso.

Para rematar la faena los componentes del grupo, después de un largo y vibrante concierto, no dudaron en pasearse por la sala firmando autógrafos, charlando con la gente y dejándose fotografiar con quien lo pidiera. Alguno de ellos incluso acabó de fiesta hasta las tantas de la madrugada con unos "maikeles" cualquiera.

Ante este recuerdo, no os quepa duda de que estoy ansioso por que llegue el jueves para poder comprobar si estos cinco monstruos del punk rock siguen tan en forma como hace seis años.

Bad Religion - New dark ages

1 comentario:

Lech Walesa dijo...

y bueno, ¿cómo fue, cómo fue?
yo creo que me crucé con ellos ayer, estaban comiendo en una terraza de la plaza de la catedral, sacándole fotos a la fachada... supongo que hasta los rockeros californianos tienen derecho a ser turistas.