martes, 8 de julio de 2008

Los viajes de Walesa: el mago del rock and roll

Pues sí. Me siento orgulloso de decir que el viernes pasado volví a encontrarme con Bob Dylan y, aunque en Lorca no sonrió, se marcó un concierto de cojones, de esos en los que dices "tío, qué grande eres". De los temas nuevos no voy a hablar, que ya sabemos todos que su último disco es cojonudo, y de los clásicos, ¿qué decir? Que como siempre los versioneó hasta hacerlos irreconocibles (y muy grandes, que para tocar lo mismo de siempre ya están los Rolling). Nosotros hasta discutíamos si el tema que sonaba era nuevo o antiguo e incluso escuchamos a la salida como una mujer se quejara de que hubiese tocado sólo canciones nuevas (entre otras Desolation Road, Menphis Blues Again o Blowin' In The Wind, que cerró dos horas y media mágicas)... Los músicos, para darles una medalla, y él, bueno, ya no tiene veinte años y hace mucho que dejó de ser simpático, pero qué demonios, sigue siendo el puto mago.

La nota negativa estuvo en la organización, ¿a quién se le ocurre poner dos putos serpentines de cerveza para una plaza de toros que estaba hasta la bandera? Ya podían haber sido un poco más "profesionales" los de Ibolele. Pero, en fin, tampoco nos hizo falta el alcohol para gozar: ¡vimos en concierto a Bob Dylan!

Si hubiese tenido que elegir una canción para el inicio, hubiese elegido la que sonó (y acompaña a esta entrada)… y es que hasta en eso fue mágico.

Bob Dylan - Rainy Day Women # 12 & 35

No hay comentarios: